Daniel
Raventós (Barcelona, 1858), profesor de
Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, es uno de los
mayores expertos en renta básica que hay en España. Como
presidente de la asociación
Red Renta Básica hace años que defiende la
idea de que cualquier ciudadano, sólo por serlo, tiene todo el
derecho del mundo a percibir un sueldo —"una asignación
monetaria incondicional", lo llama él— . De entrada la idea
puede parecer descabellada, pero Raventós cree que que esta
retribución es perfectamente posible. Lo cree y lo lleva
defendiendo desde hace más de 13 años, tantos como los que se lleva
celebrando el Simposio de la Renta Básica, un encuentro anual en el
que economistas, sociólogos y politólogos reflexionan sobre la
viabilidad de este concepto (sigue...)
Este año el
XIII Simposio se celebra en San Sebastián.
La asociación Red Renta Básica, organizadora del evento, presenta
como principales novedades un estudio práctico para financiar una
renta básica en Guipúzcoa y una versión actualizada de otro caso
práctico que ya presentó sobre Catalunya. Ambos estudios demuestran
que esa renta básica, a pesar de que como reconoce Raventós "no
está muy extendida entre la ciudadanía", es una opción a
tener muy en cuenta en el futuro como alternativa a las actuales
políticas neoliberales que nos han conducido a la crisis.
¿Qué es la renta Básica?
La renta básica es una asignación monetaria incondicional. Eso
quiere decir que a diferencia de los subsidios más o menos
generalizados en el Estado de bienestar no hay que cumplir una
condición previa como ser pobre o estar en el paro para percibirla:
en un Estado con renta básica una persona no necesitaría ninguna
condición más allá que la de ser ciudadano o residente acreditado,
independientemente de que trabaje o no.
¿Emilio Botín, presidente del Banco Santander, también
recibiría la renta básica?
Desde el punto de vista contable no hay ningún tipo de duda. Pero
Botín debería pagar mucho más de lo que paga ahora en impuestos
para que la renta básica pudiera financiarse.
¿Cómo se podría financiar? ¿Es viable económicamente?
Lo es. En la asociación Red
Renta Básica hemos elaborado estudios prácticos que así lo
demuestran. De entrada, la gente tiende a pensar que si la cobra todo
el mundo, el rico y el pobre, la renta básica no se podría pagar.
La gente hace el cálculo, bien intencionado pero erróneo, de
multiplicar la renta básica por el número de habitantes de un país.
Pero no es así. Nosotros
hicimos una simulación con datos fiscales de Catalunya
y según nuestros cálculos, a través de una profunda reforma del
IRPF y la supresión de todas las subvenciones y subsidios públicos
cuyo montante fuera inferior, se podría financiar una renta básica
en Catalunya para todos los adultos de 7.968 euros anuales y de 1.593
al año para los menores de 18 años.
¿Cómo calcularon esa cifra?
Desde la Asociación Red Renta Básica,
accedimos a más de 200.000 declaraciones del IRPF del año 2010 en
Catalunya, es decir en plena crisis. Utilizamos un programa de
microsimulación y nos basamos casi exclusivamente en una reforma del
IRPF que implicara un aumento de la recaudación. También hemos
cogido alguna idea del sindicato de los Técnicos de Haciena
(Gestha). La reforma fiscal sería imprescindible para tener una
renta básica.
¿Una renta básica universal no favorecería a los más ricos?
No, para nada. Una de las cosas que
más nos interesaba del estudio en Catalunya era saber quién ganaba
y quién perdía con la renta básica. Bueno, pues el 70% de la
población, empezando por el más pobre y subiendo en la escala de
renta, salía ganando, es decir ganaba más dinero. Un 10% de la
población, la más rica, salía perdiendo, y entre un 15% y un 20%
se quedaba igual. El que ganaría completamente es aquel que no tiene
ingresos: pasaría de percibir cero a ingresar 7.968 euros al año.
Pongamos ejemplos prácticos: una persona recibe una pensión de 500
euros al mes. La renta básica que hemos calculado para Catalunya
serían 664 euros al mes. ¿Quiere decir esto que esa persona va a
recibir los 500 euros de la pensión más los 664 euros de la renta
básica? No, sólo va a recibir 150 euros más porque las cantidades
no se acumulan: los 500 euros quedan completamente suprimidos al ser
una cantidad inferior a la renta básica. Ahora es al contrario, en
vez de 500 euros, una persona recibe 800 euros de pensión, una
cantidad superior. ¿Qué ocurriría? Pues se quedaría igual.
Insisto, ¿es justo que la perciban también los ricos?
Le pongo otro ejemplo: yo soy profesor
titular de la Universidad de Barcelona y percibo un salario público.
Para percibir la renta básica debería pagar más impuestos a partir
del primer euro que ganara. Tendrían que descontarme más en el IRPF
de lo que me descuentan ahora, pero también percibiría la renta
básica. El que gana 100.000 euros también tendría que pagar más
en su IRPF y quizá ingresase menos al cabo del año incluso contando
con la renta básica.
Hay muchas críticas contra la renta básica, la más extendida
es que sólo serviría para mantener a vagos.
Hay gente que crítica el
subsidio de desempleo porque dicen que desincentiva a la hora de
buscar trabajo, pero esa crítica no sirve para una renta básica
precisamente por su carácter de incondicionalidad. Imagínese un
subsidio de desempleo indefinido que fuera incompatible con tener un
trabajo. Seguramente el perceptor de dicho subsidio no estaría muy
motivado a la hora de buscar trabajo: sería uno a cambio del otro.
Pero con la renta básica no pasaría eso, porque una renta básica
por definición es acumulable, con muchos de los matices que hemos
dicho de más impuestos, pero es acumulable a otras rentas. Con una
renta básica, por ejemplo, la gente tendría más libertad para
buscar otro trabajo que fuera más acorde con su formación y sus
gustos, y muchos jóvenes no se verían obligados a aceptar
condiciones de trabajo de miseria como ocurre ahora. Eso entronca con
la idea que algunos defensores de la renta básica apoyamos desde
hace tiempo: que no solamente se trata de una medida que podría
acabar casi de un plumazo con la pobreza, si no que incrementaría la
libertad de buena parte de la ciudadanía.
Otra crítica muy recurrente es que la renta básica haría que
muchas mujeres dejaran de trabajar.
En un principio hubo algunas feministas que alertaron de ese
riesgo. Pero la renta básica es un instrumento de emancipación que
otorga mayor autonomía a las mujeres: es capaz de garantizar la
existencia material de muchas mujeres que ahora dependen de su marido
o amante. Incluso algunas feministas entran en la idea de que
bueno, estar en el hogar de forma voluntaria y dejar un mercado
laboral que en muchos casos maltrata a las mujeres tampoco es un paso
atrás en la liberación de la mujer.
¿Qué efectos positivos tendría en la sociedad la
implantación de la renta básica?
De entrada, reduciría muchísimo la desigualdad. Lo hemos
cuantificado. Según nuestro estudio, Catalunya pasaría de tener uno
de los mayores índices de desigualdad de Europa a ponerse al nivel
de Noruega, el país más avanzado de Europa en esa materia. El
índice de Gini, que mide la desigualdad, se reduciría en 4,5
puntos. Pero hay otro efecto muy importante, que ya he apuntado
antes: si tú pones una renta básica igual al umbral de la pobreza,
acabas con la pobreza.
¿Con la renta básica se saldría de la crisis?
Por supuesto. Habría que añadir la reforma fiscal que implicaría
la renta básica y una lucha implacable contra el fraude fiscal.
Habría que tener también un control efectivo de la banca y que una
parte importante de la misma fuera pública, sin olvidar la
coordinación y control de los paraísos fiscales. Pero bueno, esto
parece la carta a los Reyes Magos (risas).
¿Cree que algún día se podrá implantar una renta básica en
España?
La renta básica requiere un amplio consenso social. La primera
condición es, por tanto, que sea conocida. Ahora no lo es. Es
necesario el apoyo de gente suficientemente significativa desde un
punto de vista social. Hay otro requisito: que la idea de la renta
básica esté muy bien fundamentada y muy bien explicada. Una de las
grandes dificultades que tiene la renta básica es que si no se
profundiza un poquito es muy fácil de ridiculizar.
Suiza va a convocar un referéndum para establecer una renta
básica de 2.000 euros al mes a todos sus ciudadanos.
Así es. Yo no sé si la iniciativa triunfará, pero lo que
demuestra esta convocatoria es que la renta básica es perfectamente
factible. No estamos hablando de un país raro, estamos hablando de
Suiza, un país normal. No he querido decirlo antes porque despista a
la gente, pero la renta básica existe desde hace 26 o 27 años en
Alaska (Estados Unidos). Está financiada de una forma no pública,
muy particular, en fin, pero en un país tan individualista como
Estados Unidos sus consecuencias han sido tan positivas que nadie, ni
la mismísima Sarah Palin cuando fue gobernadora de Alaska se atrevió
a suprimirla. Luego hay experiencias parciales: en Ciudad de México,
la ciudad más poblada del mundo, existe una pensión básica
universal para todos los mayores de 68 años y los resultados después
de 10 años han sido tan positivos que nadie, ni la derecha que
estaba en contra en un principio, quiere suprimirla.
¿Por qué una medida tan progresista no está más presente en
los medios?
Esto es como preguntar por qué no se hace otro tipo de política
económica. Por las razones que he mencionado en la respuesta
anterior, la política económica que se practica desde hace muchos
años, y especialmente con la crisis, benefica al grupo más rico de
la población. La renta básica sería una medida que formaría parte
de otra política que simplemente tuviera como prioridad beneficiar a
la inmensa mayoría de la población y no estrictamente a los ricos.
Aunque lo está más que hace siete u ocho años, la renta básica es
un concepto que no está muy extendido entre los ciudadanos. Y no se
trata de voluntad, simplemente se está en contra de esta política
porque se está practicando otra que beneficia a los poderosos.
¿Qué novedades podemos esperar del simposio en San Sebastián?
Lo que de verdad es novedoso es el estudio de la renta básica
para Guipúzcoa. La diputación foral nos pasó los datos y hemos
podido hacer la simulación. También se va a discutir cosas
relacionadas con el feminismo: cómo podría ayudar la renta básica
a incrementar la libertad de la mujer. También los efectos de la
crisis sobre la salud pública y el papel que tendría una renta
básica en esta situación. Presentaremos también una versión
actualizada del informe de Catalunya y un estudio sobre la reducción
de jornada laboral.
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