miércoles, 28 de agosto de 2013

Las revoluciones de 1848

En 1848 tuvo lugar la llamada “'primavera de los pueblos'”, última oleada revolucionaria europea, de mayor amplitud que la de 1830, y que supuso el inicio del fin de la Restauración.
La revolución presenta unas características comunes por su carácter liberal, nacionalista y su contenido democrático. Participaron en ella diferentes clases sociales, desde la burguesía industrial y financiera hasta el proletariado, movido por su penosa situación social (hambre, enfermedades, paro) y por la aparición del socialismo premarxista, dirigido por intelectuales.
De nuevo la cuna de la revolución fue Francia. Vino precedida por la crisis de 1847. Las malas cosechas de 1846 y 1847 provocaron la subida del pan y desencadenaron la crisis agrícola, que se acompañó de crisis textil y financiera, lo que trajo consigo el paro y la inseguridad para los obreros, generando malestar económico y el estallido de motines. 

Mientras tanto la monarquía de Luis Felipe había supuesto la llegada al poder de la alta burguesía que lo había utilizado para su exclusivo beneficio económico, marginando a la mediana y pequeña burguesía, al campesinado y al proletariado gracias al sufragio censitario (sólo votaban 200.000 en una población de 35 millones de habitantes. Las distintas corrientes políticas solicitaron al gobierno una reforma de la Constitución pero el ministro Guizot rechazó la petición.
Estos hechos desencadenaron las revueltas de los días 22, 23 y 24 de febrero en París. Se alzaron barricadas, se asaltó el Palacio real y el ejército terminó confraternizando con los insurrectos. Luis Felipe abdicó y se proclamó la II República.
En abril se formó un Gobierno Provisional que abarcaba desde republicanos moderados, como Lamartine, hasta socialistas utópicos, como Louis Blanc. Se impulsó un programa de reformas políticas y sociales, estableciéndose el sufragio universal masculino y aboliendo la pena de muerte y la esclavitud. Se crearon los Talleres Nacionales, dirigidos por el Estado, para intentar paliar el paro obrero.
Pero como el paro persistía, el Gobierno con mayoría de republicanos moderados decretó que los obreros en paro entre 18 y 25 años debían obligatoriamente ingresar en el ejército o ir a trabajar a provincias. El proletariado respondió alzándose contra la burguesía en las jornadas del 22 al 26 de junio. Pero el ejército reprimió duramente la sublevación, y hubo más de 1.500 muertos y 25.000 detenidos. Fue una dura lección para los obreros, que en adelante tendrán que luchar ellos solos por sus derechos.
En medio de esta dramática situación, Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, fue elegido presidente de la República. Las libertades fueron restringiéndose cada vez más hasta que en un golpe de mano el Segundo Imperio fue proclamado en 1851.
El movimiento revolucionario se propagó desde París al resto de Europa. En el Imperio Austriaco se desencadenaron en 1848 levantamientos de estudiantes, obreros y pequeña burguesía. Aunque no todos tenían los mismos objetivos, lograron implantar una monarquía constitucional. Con ayuda de Rusia, el nuevo emperador Francisco José logró restaurar el absolutismo.
En Italia los revolucionarios luchaban a la vez por la libertad y por la unidad. Los nacionalistas llegaron a declarar Repúblicas independientes en Venecia, Toscana y Roma, pero fracasaron. Derrotados por los austriacos en Lombardía y el Véneto, vieron cómo los franceses reponían al Papa en Roma. Al finalizar, solamente el reino de Piamonte, en manos de los Saboya, era liberal y constitucional.
En Alemania la revolución de 1848 fue muy importante. Los patriotas consiguieron establecer constituciones en 39 Estados y se convocó una Asamblea nacional que nombró regente a Juan de Habsburgo. Este Parlamento de Francfort resultó ineficaz, ya que no contaba ni con dinero, ni armas, ni funcionarios y además estaba dividido. Por miedo a los obreros, los parlamentarios ofrecieron la corona alemana al rey Federico Guillermo IV de Prusia, quien no la aceptó. Así pues, fracasó la revolución, aunque en Prusia se mantuvo un régimen constitucional muy censitario.



  • Explica detenidamente esta frase: “La revolución presenta unas características comunes por su carácter liberal, nacionalista y su contenido democrático”.
  • ¿Cuáles son las causas de la Revolución de 1848?
  • ¿Se podría decir que la revolución triunfó?

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