sábado, 3 de agosto de 2013

¿Para qué estudiar historia?

        Muchas veces mis alumnos y alumnas me preguntan: ¿para qué sirve la historia? O, directamente, me dicen que si van a ser médicos, ingenieros, abogados o empresarios por qué tienen que aprenderse cosas que sucedieron en el pasado. 
        Si tu objetivo en la vida es ganar dinero y vivir bien, si lo que quieres es escalar un alto puesto en la escala social, si quieres ser admirado o envidiado, la historia no es el camino para alcanzar tales metas. Eso por descontado. Pero si tu horizonte es ser una persona con una mente abierta y tolerante, si deseas ser alguien que piensa por sí mismo con autonomía y capacidad critica, si quieres ser un ciudadano comprometido en la construcción de una sociedad mejor, si, en definitiva, tu meta es ser una persona libre, una persona profunda, una persona feliz, la historia es un camino privilegiado, aunque no el único, para conseguirlo. Está también el arte, la ética, la religión, la filosofía, las lenguas, la literatura, y tantas otras disciplinas de esas que llaman "humanidades". ¡¡Pues eso: humanidades!! ¿Qué mayor y más alta meta puede haber en la vida que ser más humano? 
     
Y no nos engañemos: en eso consiste la evolución. Si el homo sapiens sapiens evoluciona no lo es, principalmente, porque sea más alto o más fuerte o más rápido (que, dicho sea de paso, no lo es); ni siquiera porque sepa hacer mejores herramientas, construir casas o plantar semillas. Lo que hace al sapiens sapiens diferente es su imaginación y su conciencia: imaginación, para diseñar mundos diferentes que el otorgado por la naturaleza; y conciencia, para llevarlos a cabo logrando la realización personal y comunitaria. Eso es ser humano, ser persona. Lo otro es hacer y acumular cosas. 
        En el fondo la verdadera y única elección que hay que tomar en la vida es esta: ser persona o tener cosas. La mayoría elige lo segundo y cuando se quiere dar cuenta del error, ya no puede dar marcha atrás y comprueba que su historia está escrita, y con ella, su destino. 



        Me gusta pensar que si hay vida después de la muerte podré pasar buena parte de la eternidad viviendo en todas las épocas de la historia las vidas de tantas y tantas que nos han precedido...y las que están por venir. Esto es lo que dice Nach en su canción titulada "Mil vidas" y con ella os dejo. Espero que os guste. 



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